miércoles, diciembre 21, 2011

132º aniversario del natalicio del héroe del pueblo Iosif Stalin





En este 21 de diciembre, es nuestro deber celebrar el aniversario del natalicio de quien sigue siendo un gran referente del marxismo-leninismo, un ejemplo de su práctica, Iosif Vissarionovich Dzhugashvili, más conocido como Stalin.



Así que los tragos de sidra de hoy no serán por Santo Tomás, en nuestro caso al menos, sino por el héroe del pueblo Iosif Stalin.


¡Viva el 132 aniversario del natalicio de stalin!

Hoy se cumplen 132 años del natalicio de una de las personas que más ha aportado al marxismo-leninismo en la práctica junto con Marx, Engels, Lenin, Hoxa y Castro, entre otros.
Lo más frecuente que nos encontramos sobre el camarada Stalin son críticas monstruosas, furibundas a más no poder, pero lo que tienen de furibundas, encendidas, fieras, lo tienen también de infundadas, fantasiosas, hinchadas hasta la saciedad, magnificadas, e interesadas.
Cuando leémos una crítica destructiva acerca del camarada Stalin (constructivas la verdad es que hoy en día son las menos) debemos ver, primero que todo, a quién interesa, de dónde proviene esa crítica, y qué fuentes ha o han utilizado su autor o autores.
Es fácil criticar a Stalin por varios motivos:
Primero, es fácil criticarlo teniendo en cuenta la posibilidad real que había de que cometiera errores, porque es humano por una parte, pero sobretodo porque no tenía antecedentes o ejemplos previos en los que basarse. Cuestión esta última, que para nosotros en vez de elemento para la crítica, se torna en elemento para realzar y hacer apología de su obra.
Segundo, es fácil, muy fácil criticarle, valiéndose para ello de la total manipulación y perversión de la teoría de la que él fue uno de los máximos exponentes, el marxismo-leninismo, volviéndola en su contra con burdas tergiversaciones de parbulario.
Y tercero, es fácil, muy fácil criticarle cuando no se está dispuesto ni a llegar hasta lo que ha hecho él, ni por supuesto tampoco a llegar más adelante y sobrepasarlo, es decir, a cerrarnos la boca a los demás y poner sobre la mesa mejores acciones y obras teórico-prácticas que las suyas.
Stalin tuvo que hacer frente y aprender sobre la marcha a multitud de problemas teórico-prácticos, en medio además de la más encarnizada lucha de clases, que no se acabó ni mucho menos con la victoria revolucionaria bolchevique, y de las aspiraciones personales que encarnadas en Trotski, Zinoviev, Kamenev, Bujarin y algunos más se intentaban hacer hueco en el Partido Bolchevique.
Y a nuestro entender, lo que más valor da a la obra de Stalin es que nunca improvisó. Nunca improvisó en el sentido de aplicar métodos o tácticas contrarias a su teoría.
Tan mal no lo debió hacer cuando la URSS fue la única gran potencia que se libró del ''crack'' del 29. Tan mal no lo debió hacer cuando derrotó al nazi-fascismo. Tan mal no lo debió hacer cuando a su muerte la sanidad, educación, descanso para los jubilados, estaban garantizadas en la URSS de forma gratuita, y el nivel de cultura era uno de los más altos en el mundo. Tan mal no lo debió hacer cuando durante el tiempo en el que estuvo al frente de la URSS se redactó y aplicó una de las constituciones más adelantadas de su tiempo, si no la que más. Tan mal no lo debió hacer cuando bajo su dirigencia el Movimiento Comunista Internacional brilló como pocas veces. Tan mal no lo debió hacer cuando bajo su dirección el socialismo experimentó y consiguió avanzar más que nunca. Y tan mal no lo debió hacer, ya que los revisionistas de toda calaña necesitaron más de 40 años (después de que muriera él) para acabar con su obra.
Por todo lo expuesto hasta ahora, GAR kolektiboa hace la constatación de que los escritos, discursos, libros, acciones, etc de Stalin son de los más dignos de ser estudiados, a la vez de que son de los que más vigencia tienen actualmente, dada su radicalidad, claridad, intención de arreglar el problema que se estudie, y el deber que todo marxista-leninista tiene de interesarse por la política, ya que sólo metiéndose en ésta dará solución a su mayor problema, la opresión.
Por todo ello, no nos avergonzamos de Stalin, sino que lo enaltecemos con orgullo, teniendo en cuenta sus errores, sí, por supuesto, pero también sus múltiples y meritorios aciertos.
¡Viva el marxismo-leninismo y sus más consecuentes prácticos!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un asesino.