
Tomado de Euskal Herria Sozialista
Extracto de la conversación sostenida con dos dirigentes del Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador
21 de Octubre de 1968
Obras escogidas
Tomo IV
Páginas: 519-537
Tirana 1983
Sentimos una inmensa alegría al saber que el Partido Comunista (marxista-leninista) del Ecuador marcha adelante. Los camaradas con los que se entrevistaron ustedes me pusieron inmediatamente al corriente acerca del desarrollo de las conversaciones y del intercambio de experiencias. Sobre estas conversaciones e intercambio de experiencias tan útiles y fructíferas entre nuestro Partido y los partidos hermanos, también informamos continuamente al Buró Político del Comité Central en sus reuniones específicas. Nos alegra enormemente que su partido se temple y avance continuamente por el camino marxista-leninista. Por otro lado, estamos totalmente de acuerdo con los puntos de vista de su partido y tenemos la convicción de que el camino que siguen es justo. Sin lugar a dudas, ustedes conocen mejor que nadie los problemas que les preocupan y la forma más correcta de solucionarlos, apoyándose siempre en nuestra ideología, el marxismo-leninismo.
Naturalmente sólo su partido, que por ser el corazón del proletariado y del pueblo ecuatorianos conoce mejor que nadie la situación del país y las aspiraciones legítimas del pueblo, está en condiciones de elaborar debidamente la táctica que han de aplicar, sobre la base de la estrategia marxista-leninista. Por esta razón, puesto que su partido cuenta con una estrategia justa, basada en la teoría marxista-leninista y en la práctica concreta del país, asimismo las tácticas que elabora serán justas y revolucionarias. Al igual que ustedes, nosotros hemos utilizado distintas tácticas en el curso de nuestra lucha de Liberación Nacional.
Nuestros partidos deben esforzarse por aprender el uno del otro y aprovechar la experiencia mutua. Pero cada partido debe tener en cuenta que algunas experiencias de los demás son adecuadas únicamente en las condiciones concretas de sus propios países, y pueden no serlo en las condiciones de los otros. Cuando las necesidades lo exijan y cuando responda a las condiciones concretas de un partido, éste debe elaborar y adoptar la experiencia de otros partidos, porque lo contrario significa caer en el estereotipo. En lo que se refiere a nuestra experiencia, no podemos decirles si muchas de nuestras tácticas son o no adecuadas para ustedes. Les corresponde a ustedes estudiar y escoger. Pero estimamos que siempre se debe tener en cuenta que la brújula infalible en esta cuestión es el marxismo-leninismo, son las leyes generales de la revolución proletaria. Sólo estas leyes impedirán a un verdadero partido marxista-leninista incurrir en errores.
Para nosotros estas leyes están claras y nos esforzamos por ahondar cada vez más en ellas, por eso jamás hemos caído ni en el revisionismo, ni en el trotskismo, ni en el aventurerismo de izquierda , ni en otras corrientes antimarxistas.
Ustedes conocen mejor que nosotros estas teorías, el peligro que representan y los perjuicios que ocasionan. Che Guevara, por ejemplo, fue asesinado. Esto naturalmente puede ocurrir, porque un revolucionario puede ser asesinado. Pero Che Guevara fue víctima de sus propios puntos de vista no marxistas-leninistas.
¿Quién era Che Guevara?. Cuando hablamos de Guevara, pensamos también en algún otro que se hace pasar por marxista y, en mi opinión, comparado con éste, Guevara era hombre sobrio de palabras. Era un rebelde, un revolucionario, pero no un marxista-leninista, como se pretende presentarlo. Puede ser que me equivoque, como latinoamericanos ustedes conocen mejor a Che Guevara, pero estimo que él fue un combatiente de izquierda. Su izquierdismo es un izquierdismo burgués y pequeñoburgués, entrelazado con algunas ideas progresistas pero al mismo tiempo también anarquistas, lo que a fin de cuentas conduce al aventurerismo.
Los puntos de vista de Che Guevara y de algún otro que se hace pasar por marxista y “padre” de estas ideas, jamás han tenido ni tienen nada que ver con el marxismo-leninismo. Asimismo Guevara ha tenido, por así decirlo, algunos éclaircies en la adopción de algunos principios del marxismo-leninismo, pero que aún no habían llegado a ser su concepción filosófica del mundo, de modo que le impulsaran a realizar actos verdaderamente revolucionarios.
No podemos decir que Che Guevara y sus compañeros fuesen cobardes. ¡No, en absoluto! Por el contrario, eran valerosos. También hay burgueses valientes. Pero héroes, revolucionarios proletarios, hombres valientes verdaderamente grandes son únicamente los que se guían por los principios filosóficos marxistas-leninistas y se ponen en cuerpo y en alma al servicio del proletariado mundial y de la liberación de los pueblos del yugo imperialista, feudal, etc.
Hemos defendido la revolución cubana porque estaba dirigida contra el imperialismo norteamericano. Como marxistas-leninistas, detengámonos un momento para analizar esta revolución y las ideas que la inspiraron. La revolución cubana no se inició sobre la base del marxismo-leninismo ni se desarrolló según las leyes de la revolución proletaria, por las cuales se rige un partido marxista-leninista. Tampoco después de la liberación del país, Castro se encauzó por el camino marxista-leninista, sino que por el contrario, continuó inspirándose en las ideas liberales. Es un hecho, y nadie puede negarlo, que los integrantes de esta revolución empuñaron las armas y ganaron las montañas, pero también es un hecho incontestable que no lucharon como marxistas-leninistas. Eran combatientes libertadores que se levantaron en lucha contra la camarilla de Batista y la vencieron, precisamente porque ésta constituía un eslabón débil del capitalismo. Batista era un dócil lacayo del imperialismo que oprimía al pueblo cubano, y éste se levantó en lucha contra esta camarilla y contra el imperialismo yanqui y los derrotó...
En nuestra opinión, la teoría de que la revolución la hacen unos cuantos “héroes”, representa un peligro para el marxismo-leninismo, particularmente para los países de América Latina. En su continente del Sur existen grandes tradiciones revolucionarias, pero como acabamos de señalar, también hay otras que son revolucionarias en apariencia, pero que en realidad no siguen la verdadera línea de la revolución. ¡Cualquier putsch que se perpetra allí es considerado como una revolución! Pero jamás un putsch puede ser una revolución, porque el lugar de la camarilla derrocada pasa a ocuparlo otra, es decir que todo sigue igual que antes. A los núcleos de las corrientes antimarxistas que existen aún en el seno de los viejos partidos, partidos que se han puesto al servicio de la contrarrevolución, se ha sumado en la actualidad otra corriente a la que calificamos de aventurerismo de izquierda.
Esta corriente, así como el otro engendro de la burguesía, el revisionismo moderno, representan grandes peligros para los pueblos, por tanto también para los países de América Latina. El revisionismo moderno, cuidadosamente enmascarado, es un gran engaño para los pueblos y los revolucionarios. Según los países, lleva diferentes máscaras. También el castrismo en América Latina, disfrazado con el marxismo-leninismo, conduce a la gente, incluso a revolucionarios, al aventurerismo de izquierda. En apariencia, esta corriente está en contradicción con el revisionismo moderno. Los ideológicamente inmaduros lo creen así, pero la verdad es otra. Lejos de estar en oposición con los revisionistas modernos, los castristas se han puesto enteramente a su servicio. El camino de cada uno de ellos converge en un mismo punto.