miércoles, febrero 12, 2014

Resolución de la Kominform de los partidos comunistas sobre la situación en el Partido Comunista de Yugoslavia, 28 de junio de 1948

Tomado de Bitacora de un Nicaragüense

Resolución

La Kominform compuesta por los representantes del Partido Obrero (comunista) Búlgaro, del Partido Obrero Rumano, del Partido de los Trabajadores Húngaros, del Partido Obrero Polaco, del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S, del Partido Comunista Francés, del Partido Comunista de Checoslovaquia y del Partido Comunista Italiano, habiendo discutido la cuestión existente en el Partido Comunista de Yugoslavia y comprobando que los representantes del Partido Comunista de Yugoslavia se han negado a asistir a la sesión de la Kominform, se ha adoptado, por unanimidad, las siguientes conclusiones:

1. La Kominform considera que la dirección del Partido Comunista de Yugoslavia sigue en estos últimos tiempos, en las cuestiones principales de la política exterior e interior, una línea errónea que significa una desviación de la doctrina marxista-leninista. En consecuencia, la Kominform aprueba la acción del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S que ha tomado la iniciativa de descubrir la política errónea del Partido Comunista de Yugoslavia y, ante todo, de los camaradas Tito, Kardelj, Djilas y Ranković.

2. La Kominform comprueba que la dirección del Partido Comunista de Yugoslavia aplica una política de enemistad con respecto a la Unión Soviética y del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S. Se ha permitido que se desarrolle en Yugoslavia una política indigna de difamación contra los especialistas militares soviéticos y de descrédito del Ejército Soviético. En cuanto a los especialistas civiles soviéticos en Yugoslavia, se ha creado para ellos un régimen especial en virtud del cual han estado sometidos a la vigilancia de los órganos de seguridad del Estado de Yugoslavia y han sido seguidos por agentes. El representante del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S. en la Kominform, el camarada Pavel Yudin, y numerosos representantes oficiales de la U.R.S.S. en Yugoslavia, han sido sometidos a la misma vigilancia por parte de los órganos de seguridad del Estado de Yugoslavia.

Todos estos hechos y otros semejantes atestiguan que los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia han adoptado una posición indigna de comunistas; los dirigentes yugoslavos han comenzado a identificar la política exterior de la U.R.S.S. con la de las potencias imperialistas y se conducen con respecto a la U.R.S.S. como con respecto a los Estados burgueses. Como consecuencia de esta actitud antisoviética, se ha difundido en el Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia una propaganda calumniosa sobre la «degeneración» del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S. sobre la «degeneración» de la U.R.S.S., etc, tomada del arsenal del trotskismo contrarrevolucionario.

La Kominform condena esta orientación antisoviética de los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia, incompatible con el marxismo-leninismo y propia solamente de nacionalistas.


3. Los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia en su política en el interior del país, se apartan de las posiciones de la clase obrera y rompen con la teoría marxista de las clases y de la lucha de clases. Niegan el hecho del incremento de los elementos capitalistas en su país y la acentuación de la lucha de clases en el campo yugoslavo, que de él se deriva. Esta negativa tiene su origen en la tesis oportunista según la cual, en el periodo de transición del capitalismo al socialismo, la lucha de clases no se acentúa, como lo enseña el marxismo-leninismo, sino que se extingue, como lo afirmaban los oportunistas del tipo Bujarin, que propagaban la teoría de una integración, pacífica del capitalismo en el socialismo.

Los dirigentes yugoslavos aplican una política errónea en el campo, ignorando la diferenciación de clases en el campo y considerando a los campesinos individuales como un todo único, en contra de la enseñanza marxista leninista sobre las clases y la lucha de clases, en contra de la conocida tesis de Lenin según la cual la pequeña explotación individual engendra constantemente, cada día, cada hora, espontáneamente y en gran escala, el capitalismo y la burguesía. Sin embargo, la situación política en el campo yugoslavo no da ningún motivo de presunción y despreocupación. En las condiciones de predominio de la pequeña explotación campesina individual en Yugoslavia —no habiéndose realizado la nacionalización de la tierra y existiendo todavía la propiedad privada de la tierra, siendo libres la compra y venta de tierras, concentrando los kulaks en sus manos grandes propiedades agrarias, y empleándose el trabajo asalariado, etc—. no puede educarse al partido en el espíritu de la extinción de la lucha de clases y de la desaparición de las contradicciones de clases, sin desarmarle ante las dificultades de la construcción del socialismo.

Los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia se desvían de la vía marxista-leninista hacia la vía del partido de los kulaks y de los populistas, en la cuestión del papel dirigente de la clase obrera, afirmando que los campesinos constituyen «la base más sólida del Estado yugoslavo». Lenin nos enseña que el proletariado «como la única clase revolucionaria hasta el fin en la sociedad contemporánea, debe ser el dirigente, mantener la hegemonía en la lucha de todo el pueblo por la revolución democrática completa, en la lucha de todos los trabajadores y explotados contra los opresores y explotadores».

Los dirigentes yugoslavos violan esta tesis del marxismo-leninismo. En lo que concierne a los campesinos, su mayoría, es decir, los campesinos pobres y medios, pueden aliarse o se han aliado ya a la clase obrera, perteneciendo a esta última el papel dirigente en esta alianza.

La orientación indicada más arriba de los dirigentes yugoslavos viola esta tesis del marxismo-leninismo. Como se ve, esta orientación refleja un punto de vista propio de nacionalistas pequeñoburgueses, pero no de marxistas-leninistas.

4. La Kominform considera que la dirección del Partido Comunista de Yugoslavia revisa la doctrina marxista-leninista sobre el partido. Según la teoría marxista-leninista, el partido es la fuerza dirigente principal en el país, con programa propio y sin diluirse en la masa de los sin partido. El partido es la forma superior de organización y el arma más importante de la clase obrera. Pero en Yugoslavia es el frente popular y no el partido comunista el que está considerado como la fuerza principal dirigente en el país. Los yugoslavos rebajan el papel del partido comunista; lo diluyen, en efecto, en el frente popular de los sin partido que comprende elementos muy diferentes desde el punto de vista de clase –obreros, campesinos, trabajadores con una explotación individual, kulaks, comerciantes, pequeños industriales, intelectuales burgueses, etc–. así como grupos políticos de todo tipo, incluso ciertos partidos burgueses. Los dirigentes yugoslavos se empeñan en no reconocer lo erróneo de su orientación, según la cual el Partido Comunista de Yugoslavia no puede ni debe tener su proprio programa particular, sino que debe contentarse con el programa del frente popular.

El hecho de que en Yugoslavia solo el frente popular actúa en la arena política, mientras que el partido y sus organizaciones no se presentan abiertamente, en nombre propio, ante el pueblo, no solo rebaja el papel del partido en la vida política del país, sino que socava al partido como fuerza política independiente llamada a conquistar la creciente confianza del pueblo y a atraer bajo su influencia a masas cada vez más amplias de trabajadores mediante una actividad política propagandística abierta de sus puntos de vista y de su programa. Los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia repiten los errores de los mencheviques rusos respecto a la disolución del partido marxista en la organización de las masas de los sin partido. Todo esto demuestra la existencia de tendencias liquidadoras respecto al Partido Comunista en Yugoslavia.

La Kominform considera que esa política del Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia amenaza la propia existencia del éste como partido comunista y, en fin de cuentas, lleva consigo el peligro de la degeneración de la República Popular de Yugoslavia.

5. La Kominform considera que el régimen burocrático creado por los dirigentes yugoslavos en el seno del partido es nefasto para la vida y el desarrollo del Partido Comunista de Yugoslavia. En el partido, no existe ni democracia interior, ni elegibilidad de los órganos dirigentes, ni crítica y autocrítica. A pesar de las afirmaciones sin fundamento de los camaradas Tito y Kardelj, el Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia se compone en su mayoría de miembros cooptados y no elegidos. El partido comunista se encuentra en realidad en una situación semilegal. Las reuniones del partido no son convocadas o lo son en secreto, lo cual no puede sino socavar la influencia del partido en las masas. Esta forma de organización del Partido Comunista de Yugoslavia no puede ser calificada más que de sectaria y burocrática. Ello conduce a la liquidación del partido en tanto que organismo activo e independiente, desarrolla en el partido los métodos militares de dirección semejantes a los métodos que propagó en otro tiempo Trotsky.

Es totalmente intolerable que en el Partido Comunista de Yugoslavia sean pisoteados los derechos más elementales de los miembros del partido, ya que la menor crítica de las normas erróneas en el partido provocan severas represalias.

La Kominform considera que son infames hechos tales como la exclusión del partido y la detención de los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia, camaradas Sreten Žujović y Andrija Hebrang, sancionados por haberse atrevido a criticar las tendencias antisoviéticas de los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia y a pronunciarse por la amistad entre Yugoslavia y la U.R.S.S.
La Kominform considera que no puede tolerarse en un partido comunista un régimen tan vergonzoso, puramente despótico y terrorista. En interés del desarrollo y de la propia existencia del Partido Comunista de Yugoslavia, se exige que se ponga fin a semejante régimen.

6. La Kominform considera que la crítica de los errores del Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia, por parte del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S. y de los Comités Centrales de otros Partidos Comunistas, por ser una ayuda fraternal al Partido Comunista de Yugoslavia, crea a la dirección de este partido todas las condiciones necesarias para la corrección, tan rápida como posible, de los errores cometidos. Pero en lugar de reconocer honradamente esta crítica y de utilizar la vía de la corrección bolchevique de los de los errores cometidos, los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia, poseídos por una ambición sin límites de arrogancia y presunción, han acogido la crítica con animosidad, han manifestado hostilidad hacia ella y se han lanzado por una vía antipartido, negando completamente sus errores infringiendo la teoría marxista-leninista relativa a la posición de un partido político respecto a sus errores; agravando así sus errores contra el partido.

Los dirigentes yugoslavos que se han mostrado faltos de argumentos ante la crítica del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S. y de los Comités Centrales de otros partidos hermanos, han tomado el camino de la mentira flagrante con respecto a su partido y a su pueblo, ocultando al Partido Comunista de Yugoslavia la crítica de la política errónea del Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia, disimulando al partido y al pueblo las causas reales de la represión infligida a los camaradas Sreten Žujović y Andrija Hebrang.

Ya en estos últimos tiempos, después de la crítica hecha por el Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S. y de los partidos hermanos, de los errores cometidos por los dirigentes yugoslavos, éstos han intentado promulgar una serie de nuevas disposiciones izquierdistas. Los dirigentes yugoslavos se han apresurado a publicar una nueva ley sobre la nacionalización del pequeño comercio y de las pequeñas industrias, ley cuya aplicación no ha sido en absoluto preparada, de manera que esta precipitación no puede por menos que entorpecer el abastecimiento de la población yugoslava. Con la misma precipitación han promulgado para los campesinos, una nueva ley relativa al impuesto sobre el trigo, ley que tampoco ha sido preparada y que solo puede, por consiguiente, comprometer el abastecimiento en trigo de la población de las ciudades. Por último, los dirigentes yugoslavos han anunciado de una forma totalmente inesperada, por medio de declaraciones ruidosas, su amor y su lealtad hacia la Unión Soviética, cuando es bien sabido que en la práctica han aplicado hasta ahora una política de enemistad hacia la U.R.S.S.

Pero esto no es todo. Los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia declaraban estos últimos tiempos, con mucho aplomo, que realizarían una política de liquidación de los elementos capitalistas en Yugoslavia. En su carta dirigida al Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S., con fecha 13 de abril último, Tito y Kardelj escribían que «el Pleno del Comité Central había aprobado medidas propuestas por el Buró Político del Comité Central, tendentes a la liquidación de los restos del capitalismo en el país». De acuerdo con esta orientación, en su discurso pronunciado en la Asamblea de la República Federativa Popular de Yugoslavia, el 25 de abril, Edvard Kardelj declaró : «En nuestro país, están contados los días para todos los restos de la explotación del hombre por el hombre».

Esta orientación de los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia que tiende a la liquidación de los elementos capitalistas en las condiciones actuales de Yugoslavia, incluyendo la liquidación de los kulaks en tanto que clase, no puede ser calificada más que de aventurera y de no marxista. Pues es imposible resolver esta tarea mientras predomine en el país una explotación individual campesina que engendra inevitablemente el capitalismo, antes de haberse preparado las condiciones de la colectivización masiva en la agricultura, antes de que la mayoría de los campesinos esté convencida de las ventajas de los métodos colectivos en la agricultura. La experiencia del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S. demuestra que la liquidación de la última y más numerosa clase de explotadores –la clase de los kulaks– solo es posible sobre la base de la colectivización en masa de la agricultura, y que la liquidación de los kulaks en tanto que clase es una parte integrante de la colectivización de la agricultura.

Con el fin de liquidar con éxito a los kulaks como clase, y, por consiguiente, los elementos capitalistas en el campo, el partido debe realizar un largo trabajo preparatorio y preliminar para limitar los elementos capitalistas en el campo, para fortalecer la alianza de la clase obrera con los campesinos bajo la dirección de la clase obrera, para desarrollar la industria socialista capaz de organizar la producción de máquinas necesarias para el trabajo colectivo en la agricultura. La precipitación en esta cuestión solo puede causar perjuicios irreparables. El paso de la limitación de los elementos capitalistas en el campo a su liquidación solo es posible a condición de que éstas medidas sean cuidadosamente preparadas y consecuentemente aplicadas.

Todos los intentos de los dirigentes, yugoslavos para resolver esta tarea precipitadamente y por medio de decretos burocráticos no representa más que una aventura condenada de antemano al fracaso o una jactancia demagógica desprovista de fundamento. La Kominform considera que los dirigentes yugoslavos, al utilizar una táctica tan errónea y demagógica, quieren demostrar que se mantienen no solo en el terreno de la lucha de clases, sino que incluso van más allá de las exigencias que se pudieran presentar al Partido Comunista de Yugoslavia en el terreno de la limitación de los elementos capitalistas desde el punto de vista de las posibilidades reales.

La Kominform considera que los decretos y las declaraciones izquierdistas de los dirigentes yugoslavos, por ser demagógicos e irrealizables en el momento actual, solo pueden comprometer la causa de la construcción socialista en Yugoslavia. Por lo tanto la Kominform juzga dicha táctica aventurera como una maniobra indigna y como un juego político intolerable. Como se ve, las medidas, y las declaraciones demagógicas e izquierdistas, de los dirigentes yugoslavos, mencionadas más arriba, tienen por objeto enmascarar su negativa a reconocer y corregir honradamente sus errores.

7. Teniendo en cuenta la situación creada en el Partido Comunista de Yugoslavia y esforzándose por facilitar una salida a los dirigentes del Partido Comunista Yugoslavo, el Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S. y los Comités Centrales de otros partidos hermanos propusieron examinar la cuestión de la situación creada en el Partido Comunista de Yugoslavia en la reunión de la Kominform sobre la base de los principios que rigen la vida normal de los partidos, como tuvo lugar en la primera reunión de la Kominform, donde fue examinada la actividad de otros partidos comunistas. Pero los dirigentes yugoslavos han opuesto su negativa a las repetidas propuestas de los partidos comunistas hermanos de discutir en la Kominform la cuestión de la situación en el Partido Comunista de Yugoslavia.

Tratando de eludir la crítica justa de los partidos hermanos en la Kominform, los dirigentes yugoslavos han inventado una versión sobre su sedicente posición de desigualdad. Es conveniente decir que en esta versión no hay mía palabra de verdad. Es bien sabido que cuando se organizó la Kominform, los partidos comunistas partían de la tesis indiscutible según la cual cada partido debe dar cuenta de su actividad a la Kominform, y cualquier partido tiene derecho a criticar a los otros partidos. El Partido Comunista de Yugoslavia ha utilizado ampliamente este derecho en la Iº Conferencia de los nueve partidos de la Kominform. La negativa de los yugoslavos a dar cuenta de sus actos a la Kominform, a escuchar las observaciones críticas, de los otros partidos comunistas, significa una verdadera violación del principio de igualdad de los partidos comunistas, lo cual equivale a pedir para él Partido Comunista de Yugoslavia una posición privilegiada en la Kominform.

8. Teniendo en cuenta lo que precede, la Kominform se solidariza con la apreciación de la situación en el Partido Comunista de Yugoslavia y con la crítica de los errores cometidos por el Comité Central de dicho partido, así como con el análisis político de esos errores, expuestos en las cartas del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S., enviadas al Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia, desde marzo a mayo de 1948.

La Kominform llega a la conclusión unánime de que los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia –por su orientación antisoviética y antipartido incompatibles con el marxismo-leninismo, por toda su conducta y su negativa a participar en la reunión de la Kominform– se han colocado en la oposición con respecto a los partidos comunistas adheridos a la Kominform; se han lanzado por la vía del desgajamiento del frente único socialista contra el imperialismo, por la vía de la traición a la causa de la solidaridad internacional de los trabajadores, pasando a las posiciones del nacionalismo.

La Kominform condena esta política y la actitud antipartido del Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia. La Kominform comprueba que por todo lo expuesto el Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia se coloca y coloca al Partido Comunista de Yugoslavia fuera de la familia de los partidos comunistas hermanos, fuera del frente comunista único y, por consiguiente, fuera de la Kominform. La Kominform considera que todos esos errores de los dirigentes del Partido Comunista Yugoslavo se basan en el hecho indiscutible de que los elementos nacionalistas, que existían anteriormente bajo una forma velada, han pasado a predominar en estos últimos cinco o seis meses en la dirección del Partido Comunista de Yugoslavia, que los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia han roto con las tradiciones internacionalistas de este partido y se han lanzado por la vía del nacionalismo.

Los dirigentes yugoslavos, sobreestimando profundamente las fuerzas nacionales interiores y las posibilidades de Yugoslavia piensan, que pueden conservar la independencia de Yugoslavia y crear el socialismo sin el apoyo de los partidos comunistas de los otros países, sin el apoyo de los países de democracia popular, sin el apoyo de la U.R.S.S. Piensan que la nueva Yugoslavia puede prescindir del apoyo de esas fuerzas revolucionarias.

Pero los dirigentes yugoslavos, orientándose mal en la situación internacional e intimidados, por la amenaza chantajista de los imperialistas, estiman que podrían ganarse la benevolencia de los Estados imperialistas mediante concesiones hechas a esos Estados, entenderse con ellos, sobre la independencia de Yugoslavia e inculcar poco a poco sobre el pueblo yugoslavo la orientación hacía esos Estados, es decir, la orientación hacia el capitalismo. Al obrar así, parten tácticamente de una tesis nacionalista burguesa bien conocida, según la cual «los Estado capitalistas presentan un peligro menor que la U.R.S.S. para la independencia de Yugoslavia».

Los dirigentes yugoslavos por lo visto no comprenden o quizá hacen como que no comprenden, que una tesis nacionalista semejante solo puede conducir a la degeneración de Yugoslavia en una República burguesa ordinaria, a la pérdida de la independencia de Yugoslavia y a su transformación en una colonia de los países imperialistas.

La Kominform no duda de que hay en el seno del Partido Comunista Yugoslavo suficientes elementos sanos, fieles al marxismo-leninismo, fieles a las tradiciones internacionalistas del Partido Comunista de Yugoslavia, fieles al frente socialista único.

Incumbe a esas fuerzas sanas del Partido Comunista de Yugoslavia la tarea de obligar a sus dirigentes actuales a reconocer abierta y honradamente sus errores y a corregirlos, a romper con el nacionalismo, a volver al internacionalismo y a fortalecer por todos los medios el frente socialista único contra el imperialismo; o, si los dirigentes actuales del Partido Comunista de Yugoslavia se muestran incapaces de ello, cambiarles y promover una dirección internacionalista del Partido Comunista de Yugoslavia.



La Kominform no duda de que el Partido Comunista de Yugoslavia podrá con esta tarea de honor.


2 comentarios:

NG dijo...

?Que menos que poner el link de donde viene no camaradas?

http://bitacoradeunnicaraguense.blogspot.com.es/2014/01/resolucion-de-la-kominform-de-los.html

Komunismoruntz dijo...

Tienes razón camarada. Pedimos disculpas y aprovechamos para recomendar vuestro magnifico blog.