jueves, marzo 07, 2013

Palabras del PCMLV ante la muerte del Comandante Chávez


El Partido Comunista Marxista Leninista Venezuela PCMLV manifiesta a todos los obreros, campesinos, estudiantes, organizaciones de mujeres, partidos y organizaciones revolucionarias de masas, antiimperialistas, socialistas y bolivarianas, su dolor y solidaridad ante la desaparición física del Comandante presidente Hugo Chávez Frías. 

Igualmente expresamos condolencias a todos sus familiares, amigos y al gobierno nacional ante la pérdida de un gran humanista, patriótico, progresista y consecuente estadista revolucionario, como lo demostró ser el presidente Hugo Chávez hasta los últimos días de existencia. 

Llamamos a la clase obrera, que ha sabido crecerse en la lucha revolucionaria en los momentos más apremiantes de la historia, a prepararse para resistir y vencer a los reaccionarios que no dudarán en aprovechar este difícil momento para truncar por la vía violenta las conquistas y reivindicaciones que bajo la dirección del presidente Chávez hemos alcanzado. El imperialismo asechará con más fibras en este doloroso momento por los que atraviesa el movimiento revolucionario nacional. 

El llamado es a no claudicar en la lucha por la construcción del socialismo, bandera que levantaba el presidente Hugo Chávez en cualquier escenario, esta bandera necesita ser asumida con rigor y valentía en esta dura hora de la historia para todos los proletarios de esta nación. Nosotros como Partido de la clase obrera de Venezuela, hacemos el llamado para la lucha y la construcción del socialismo y el comunismo desde la concepción científica del marxismo leninismo.

Los sabotajes, los actos de sicariatos, el terrorismo, el desabastecimiento de alimentos, la propaganda de desinformación, zozobra y manipulación se intensificarán. Los reaccionarios nacionales e internacionales se sienten victoriosos en este momento, pero la clase obrera nacional y mundial seguirá adelante dando las batalla necesarias y estratégicas para continuar el sendero de victoria y de acumulación de fuerzas para enfrentar a los fascistas e imperialistas. 

Que la muerte del Presidente de la República no signifique la disminución de la organización popular, sino que sirva de impulso para las futuras luchas contra el enemigo de clase. No debemos creer en falsas condolencias de la derecha criolla, la que en decenas de ocasiones intentó asesinar al comandante. Estos sectores son movidos por un impulso único: el lucro a costa de lo que sea. 

La derecha está evaluando qué acciones tomar en los próximos días. No es casualidad que el gobierno venezolano expulsara a dos agregados militares de Estados Unidos por labores conspirativas. 

Insistimos en el llamado a todos los factores revolucionarios a cerrar filas contra el enemigo capitalista e imperialista. A la clase obrera que se prepare para una posible coyuntura difícil, a no confiarse del enemigo burgués que ha demostrado históricamente ser traicionero. Si la burguesía proimperialista intenta aprovechar este mal momento de dolor del pueblo humilde y explotado, las masas deberán responder con contundencia y aplicando la violencia revolucionaria.

¡El Socialismo sólo se construye con la alianza obrero campesina en el Poder y el pueblo en armas!

PCMLV
Caracas, 5 de marzo de 2013.

miércoles, marzo 06, 2013

Hasta siempre Comandante

Jorge Dimitrov - Stalin y el proletariado internacional (3/5)



Los obreros de los países capitalistas aprenden, además, del camarada Stalin a COMPRENDER LA GRAN IMPORTANCIA DEL PARTIDO DE LA CLASE OBRERA, el arte de crearlo y consolidarlo, de aumentar por todos los medios su capacidad de lucha y de maniobra, de ampliar sus lazos de unión con las masas obreras. Aprenden el arte bolchevique de realizar el papel dirigente de la clase obrera con relación a todos los trabajadores. El notable compendio stalinista de la gloriosa y heroica Historia del P. C. (b) de la URSS contiene una caracterización magistral de la importancia del Partido para la causa de la clase obrera:
"La historia del Partido bolchevique nos enseña, ante todo, que el triunfo de la revolución proletaria, el triunfo de la dicta- dura del proletariado es imposible sin un partido revolucionario del proletariado, libre de oportunismo, intransigente frente a los oportunistas y capituladores y revolucionario frente a la burguesía y al Poder de su Estado".—("Historia del P. C. (b) de la URSS", pág. 412.)
La construcción, consolidación y amplio desarrollo de este Partido, cuyo igual no conoce la historia, ha sido y es la preocupación principal del camarada Stalin.
Día tras día, durante decenios anteriores a la Revolución de Octubre, en las durísimas condiciones de la ilegalidad bajo los zares y, más tarde, en nuevas circunstancias, ya durante los Soviets, Stalin, juntamente con Lenin, forja y con- solida el Partido bolchevique. Ni las represiones policiacas del zarismo, ni las persecuciones del gobierno provisional, ni las numerosas maquinaciones de la burguesía y el trabajo de zapa de los mencheviques, trotskistas y demás agentes del enemigo de clase fueron capaces de paralizar esta lucha por el Partido.
Lenin y Stalin salvaron todos los obstáculos, quebrantaron la resistencia de todas las fuerzas del viejo mundo, porque los jefes del bolchevismo se apoyaban a lo largo de esta lucha en las fuerzas de la clase obrera, de cuya misión histórica eran encarnación. Tampoco pudieron paralizar la obra de fortalecimiento y desarrollo del Partido bolchevique las ignominiosas actividades saboteadoras de los trotskistas, zinovievístas y bujarinistas que con furor redoblado emprendieron, después de la muerte de Lenin, una cruzada contra el Partido y contra las bases del espíritu bolchevique de partido.
Stalin ha aniquilado todas las maquinaciones de los enemigos, arrojándolos del camino victorioso de la clase obrera, y ha salvado al Partido, cimentando la unidad férrea de sus filas y llevándolo a la cúspide más alta del triunfo. Ha reunido toda la grandiosa experiencia histórica de la formación del Partido bolchevique, en la época de la revolución democrático-burguesa y en la revolución socialista, pertrechando con esta experiencia generalizada al proletariado internacional. En la "Conclusión" con la que termina el compendio de la "Historia del P. C. (b) de la URSS" está manifestado, con máxima claridad, profundidad y precisión, lo que era y lo que es el Partido bolchevique, que sirve de modelo para los partidos proletarios de los países capitalistas.
En la aurora del surgimiento del bolchevismo, Lenin destacó su famosa tesis sobre la importancia de la organización para la clase obrera: "El proletariado, en la lucha por el Poder—decía—, no tiene más arma que su organización". Esta organización del proletariado está representada, ante todo, por SU PARTIDO. Este constituye su destacamento de vanguardia, su Estado Mayor de guerra, sin el cual no es posible
agrupar las fuerzas del proletariado, crear sus poderosas organizaciones de clase, asegurar la alianza de la clase obrera con los trabajadores de la ciudad y del campo para obtenerla victoria. Por lo tanto, la tarea principal, la fundamental, tarea de la mayor importancia para la clase obrera de los países capitalistas, es la de forjar verdaderos partidos revolucionarios, partidos de nuevo tipo.
¿Qué hace falta para forjar semejantes partidos? Hace falta luchar con tenacidad por la bolchevización de los Partidos Comunistas. El camarada Stalin, partiendo de la experiencia histórica del Partido bolchevique, por una parte, y tomando en consideración todas las condiciones peculiares en las que se desenvuelve el movimiento comunista de los países capitalistas, por otra parte, señala EN QUE CONSISTE LA ESENCIA DE LA BOLCHEVIZACIÓN Y COMO HAY QUEREALIZARLA.
"Para, realizar la bolchevización —decía el camarada Stalin en 1925—, es necesario reunir, por lo menos, ciertas condiciones esenciales sin las cuales en general, no es posible la bolchevización de los Partido Comunistas:
1) Es necesario que el Partido no se considere como apéndice del mecanismo electoral parlamentario, que es como en resumidas cuentas se consideran los partidos socialdemócratas; ni como suplemento gratuito de los sindicatos obreros, que es lo que pretenden a veces algunos elementos anarcosindicalistas, sino como la forma SUPREMA de la unidad de clase del proletariado, llamada A DIRIGIR todas las otras formas de las organizaciones proletarias, desde los sindicatos hasta las fracciones parlamentarias.
2) Es necesario que el Partido, sobre todo sus elementos di- rigentes, asimilen por completo la teoría revolucionaria del marxismo, unida indisolublemente con la práctica revolucionaria.
3) Es necesario que el Partido lance consignas y directivas, no basándose en fórmulas aprendidas de memoria y en paralelos históricos, sino en un análisis concienzudo de las condiciones concretas del movimiento revolucionario, de las condiciones interiores
e Internacionales, tomando sin falta en consideración la experiencia de las revoluciones de todos los países.
4) Es necesario que el Partido compruebe el acierto de estas consignas y directivas en el fuego de la lucha revolucionaria de las masas.
5) Es necesario que todo el trabajo del Partido, especialmente si no ha superado aún las tradiciones socialdemócratas, se estructure de un modo nuevo, revolucionario, que calcula cada paso y cada intervención del Partido con el fin de llegar de un modo natural a revolucionar a las masas, a preparar y educar a las grandes masas de la clase obrera en el espíritu revolucionario.
6) Es necesario que el Partido sepa hacer coincidir en su actividad la fidelidad más firme a los principios (¡no confundirlo con el sectarismo!) con el máximo de relación y contacto con las masas (¡no confundirlo con el seguidismo!), sin lo cual le es imposible al Partido no sólo enseñar a las masas, sino aprender de ellas, no sólo dirigirlas y elevarlas al nivel del Partido, sino escuchar atentamente su voz y prever sus necesidades más urgentes.
7) Es necesario que el Partido sepa hacer coincidir en sus Actividades el espíritu revolucionario intransigente (¡no confundirlo con el aventurerismo revolucionario!) con la máxima flexibilidad y capacidad de maniobra (¡no confundirlo con el espíritu de adaptación), sin lo cual es imposible que el Partido asimile todas las formas de lucha y de organización, que sepa vincular los intereses cotidianos del proletariado con los intereses vitales de la revolución proletaria y combinar en su labor la lucha legal con la ilegal.
8) Es necesario que el Partido no oculte sus errores, que no tema a la crítica, que sepa desarrollar y educar a sus cuadros en la experiencia de sus propios errores.
9) Es necesario que el Partido sepa seleccionar en el grupo principal, dirigente, a los mejores elementos entre los luchadores de vanguardia, lo suficientemente leales para ser los verdaderos intérpretes de los anhelos del proletariado revolucionario y lo suficientemente expertos para ser verdaderos jefes de la revolución proletaria, capaces de aplicar la táctica y estrategia del leninismo.
10) Es necesario que el Partido mejore sistemáticamente la composición social de sus organizaciones, depurándose de los elementos oportunistas en descomposición, a fin de conseguir la máxima cohesión.
11) Es necesario que el Partido elabore una disciplina proletaria de hierro, basada en la fusión ideológica, en la claridad de los objetivos del movimiento, en la unidad de la acción práctica, y en la actitud consciente de las grandes masas del Partido hacia éste.
12) Es necesario que el Partido controle sistemáticamente el cumplimiento de sus propias resoluciones y directivas, sin lo cual éstas corren el riesgo de convertirse en vanas promesas, que sólo servirán para socavar la confianza de las grandes masas proletarias en el Partido.

Sin estas condiciones y otras análogas, la bolchevización no es más que ruido inútil." ("Pravda", 3 de febrero de 1925.)
Estas condiciones stalinistas de bolchevización han desempeñado y desempeñan un papel importantísimo en el desarrollo y fortalecimiento del movimiento comunista internacional. Su importancia puede compararse con la de las célebres obras de Lenin "¿Qué hacer?" y "Un paso adelante, dos pasos atrás".
La importancia de estas notables tesis del camarada Stalin aumenta inconmensurablemente en las circunstancias actuales. Aumenta porque, en las condiciones de la guerra imperialista desencadenada y de la reacción mundial enfurecida, se producen cambios profundos en el movimiento obrero internacional, los cuales imponen nuevas y complejas tareas a los Partidos Comunistas. Aumenta porque, a consecuencia de la traición de los líderes socialdemócratas, millones de obreros socialdemócratas no saben a punto fijo qué camino tomarlos mejores de entre ellos llegan cada vez más a la conciencia de la necesidad de luchar juntamente con los comunistas, y la realización rápida de esta unidad combativa de la clase obrera depende, en gran parte, de la capacidad bolchevique de los comunistas. La importancia de las tesis stalinistas aumenta porque los Partidos Comunistas tienen ante sí, con especial urgencia la tarea inaplazable de arrojar de las filas del movimiento obrero a los agentes de la burguesía, a fin de dirigirlo resueltamente por el camino de la verdadera política proletaria.
Aprendiendo del camarada Stalin, los Partidos Comunistas de los países capitalistas han obtenido no pocos éxitos en su bolchevización. Han crecido en el sentido ideológico, político y de organización; han realizado una gran labor por depurar sus filas de elementos ajenos, oportunistas, fortaleciendo su carácter monolítico y, como lo demuestran los acontecimientos últimos, han sabido resistir las duras pruebas, sin desviarse del camino certero. Pero sienten; tienen conciencia de que aún les falta mucho, mucho para ser verdaderos Partidos bolcheviques.
Y los comunistas trabajarán aún más, infatigablemente, PARA REALIZAR EN LA PRACTICA DEL MOVIMIENTO COMUNISTA LOS PRINCIPIOS STALINIANOS DE BOLCHEVIZACION, sin los cuales es imposible asegurar el triunfo de la clase obrera.

martes, marzo 05, 2013

La defensa de Stalin es una cuestión de principios

Por Crítica Marxista-Leninista


Hoy, 5 de marzo, recordamos la muerte del gran Stalin. Es una fecha significativa para reafirmarnos en la lucha por la revolución proletaria mundial, por la destrucción del sistema capitalista, por la reconquista del socialismo en el mundo, por la instauración de la dictadura del proletariado y por la sociedad comunista sin clases. 
 
La burguesía y sus lacayos, la intelectualidad burguesa y sus agentes en el seno del movimiento obrero, se han dedicado durante décadas a enlodar la figura histórica, política y revolucionaria de Stalin, porque saben que su conducción del Partido bolchevique y los logros alcanzados por el primer Estado socialista, son la encarnación de los ideales comunistas del proletariado internacional. 
 
En los ataques, aparentemente personales, contra Stalin se esconden los ataques contra el marxismo-leninismo; contra el legado de Marx, Engels, Lenin y Stalin; contra la luminosa experiencia histórica de las revoluciones proletarias y la construcción del socialismo. Los ataques contra Stalin se dirigen también contra las luchas políticas y revolucionarias de la clase obrera internacional y contra la lucha antiimperialista de los pueblos oprimidos del mundo, luchas dirigidas por partidos comunistas; contra el actual ascenso de la marea revolucionaria, que en algunos países ya ha tomado la forma de lucha armada; contra la reconstrucción y el fortalecimiento de los partidos comunistas en el mundo; contra el reagrupamiento del movimiento comunista internacional. 
 
Por esa razón, una de las tareas importantes e ineludibles de los verdaderos comunistas ha sido y sigue siendo la defensa de Stalin. 
 
Los intentos revisionistas y oportunistas de disociar a la clase obrera, a su vanguardia y a los verdaderos partidos marxista-leninistas de la figura, la obra y el legado de Stalin son parte de la lucha reaccionaria de la burguesía imperialista y sus agentes y escritores a sueldo contra los principios del marxismo-leninismo y la revolución proletaria mundial. 
 
La defensa de Stalin no es una cuestión de reivindicación histórica, aunque ésta es importante para restablecer la verdad; no es una cuestión de mera defensa de lo alcanzado por la experiencia socialista de la Unión Soviética, China, Albania y el resto de países que fueron socialistas, aunque ésta es parte de esa defensa. La defensa de Stalin es una cuestión de principios, particularmente una defensa del marxismo-leninismo que Stalin sistematizó, defendió y desarrolló; una defensa de los partidos comunistas militantes que preparan y hacen la revolución, y la dirigen; una defensa del camino revolucionario al socialismo y el comunismo; una defensa de la revolución proletaria violenta, de su estrategia y su táctica; y una defensa del principio de la dictadura del proletariado. 
 

Disociarse de Stalin y su legado es disociarse de la revolución proletaria y del marxismo-leninismo, es unirse al coro de la burguesía, los revisionistas, trotskistas y oportunistas de todo color y calibre. Para decirlo de forma gráfica: Los que retiran a Stalin o sustituyen a Stalin, o peor aún, nunca lo tuvieron, en la imagen de los clásicos del marxismo han abandonado el marxismo y lo han sustituido por un falso marxismo, vaciado de su contenido revolucionario. 
 
La defensa de Stalin es una cuestión de principios que los verdaderos comunistas, los marxista-leninistas, deben enarbolar de forma combativa y con orgullo proletario. Defender a Stalin es defender el marxismo-leninismo y la revolución proletaria mundial, contra la burguesía y el revisionismo y el oportunismo. 
 
¡Viva el gran Stalin!
¡Viva el marxismo-leninismo!
¡Viva la revolución proletaria internacional!
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Crítica Marxista-Leninista